El debate sobre el agua subterránea: Entre los acuíferos y los sistemas gravitacionales de flujo. Consideraciones para el semiárido

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Sinopsis

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) calcula que 39% del agua para
usos nacionales proviene del subsuelo y es aprovechada a través de pozos
y norias (Conagua, 2018a: 33). Este tipo de aprovechamiento se manifiesta
claramente en los semiáridos donde, como hemos señalado, la lluvia tiende a un balance natural negativo entre la cantidad de agua que se evapotranspira y la que se precipita, a lo que se agrega también la tendencia a la sequía, por lo que el agua superficial utilizada en las tierras secas es complementada, necesariamente, con el agua subterránea existente, la cual se constituye en un importante reservorio. Es común que las actividades productivas y urbanas en los semidesiertos dependan mucho de la extracción del agua del subsuelo; sin embargo, esto plantea un dilema y debates derivados de contradicciones en torno a las preguntas: ¿cuánta agua hay en el subsuelo? ¿Cuál es su límite de extracción? ¿Cómo se determina su disponibilidad y explotación? ¿Desde qué paradigma se han entendido y administrado los sistemas de agua subterránea que nos han colocado en una situación crítica?

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Publicado

noviembre 25, 2024